
Poesía Antonio Muñoz
Juega el duende en las costuras del talento y de la gracia, y el Dios de la flamencura, va dejado su fragancia mientras ciñe a la cintura una mujer de locura el Ángel de la elegancia. El amor es la distancia que camina entre volantes, y una eterna primavera, ya sueña en las entretelas por los pespuntes del arte. Cuando las puntadas nacen con gen revolucionario, y te hilvanan la alegría del Puerto Santa Maria a la Cuesta del Rosario, y de allí la fantasía a Sevilla Este te gu